jueves, 4 de agosto de 2016

Los nuevos medios de transporte en el siglo XIX

Con la Revolución Industrial surgieron grandes cantidades de productos para comercializar. Las regiones agrícolas comenzaron a producir más de lo que eran capaces de consumir, de igual manera sucedió en las zonas industriales.

Como los productos aumentaron también lo hizo la cantidad de mercancías canjeadas entre distintas regiones y diferentes países. Un intercambio comercial cada vez mayor obligó a que los medios de transporte evolucionaran.

Hacía falta conseguir un tráfico voluminoso, barato y rápido. De no ser así, el crecimiento económico se habría ahogado, al no poder distribuir la gran cantidad de productos fabricados en las industrias en mercados remotos. La creación de mejores vías y canales, el incremento de las flotas a vela y los clippers hicieron posible un mayor y más barato intercambio comercial a lo largo de la primera mitad del siglo XIX.

Pero lejos de estancarse en este punto, el progreso tecnológico experimentó un impulso tras 1850, con la generalización del uso de la energía de vapor en el transporte terrestre y en el transporte marítimo.

La Revolución Industrial en el  transporte terrestre

Entre 1850 y 1900, el triunfo del ferrocarril condicionó toda una época, marcó nuevas formas de vida y alimento las utopías socialistas de Saint-Simon sobre un mundo conquistado por la vía férrea, donde los hombres se encuentran a sí mismos en el paraíso de los avances técnicos.
La locomotora fue la imagen que representaba la segunda mitad del siglo XIX: la imagen de la segunda fase de la Revolución Industrial, acarreando capitales y mercancías, o deteniéndose a las puertas de las grandes ciudades industriales.

En 1829 George Stephenson  crea el primer ferrocarril a vapor , la locomotora.
Está permitía mover vagones con la fuerza del vapor.
El cambio de los rieles de hierro por los de acero, provocó un espectacular aumento de la velocidad en el transporte terrestre. Antes del siglo XIX el transporte y el acarreo no podían trasladarse más de prisa de lo que permitía la tracción animal, aunque, a mediados de este siglo, el perfeccionamiento de aquella locomotora primitiva vendría a revolucionar todas las concepciones sobre las necesidades de adecuar el desarrollo industrial a una renovación del sistema de transporte convencional con base en el desarrollo tecnológico.

Tras esto se produjo el auge de los ferrocarriles. La fabricación de nuevos ferrocarriles transformó de manera revolucionaria el modo en que se viajaba y transportaban mercancías a lo largo de todo el mundo. En EEUU el ferrocarril comunicó las costas este y oeste en el año 1869. La fabricación de ferrocarriles precisó de importantes inversiones tanto de empresas como del Estado.

En Inglaterra las compañías privadas fueron las que financiaron los ferrocarriles. En el resto de países europeos y en los EEUU, fue el Estado el que impulsó la producción de las infraestructuras ferroviarias, proveyendo a las empresas de terrenos de forma gratuita y apoyo financiero.


 La revolución industrial en el transporte marítimo

Los primeros modelos de navegación a vapor aparecieron con la renovación de las flotillas de transporte fluvial alrededor de 1830. Ya en 1838, y en discutibles condiciones de seguridad, los dos primeros barcos de vapor arribaron al muelle de Nueva York.

En 1807 Robert Fulton construyó el primer barco a vapor,
Permitió aumentar la capacidad de carga y la velocidad en el transporte de productos y pasajeros.
El proceso de perfeccionamiento del nuevo transporte marítimo sería relativamente lento. Hasta 1880 el velero no fue superado en velocidad por el Steamer a vapor y a hélice. El criterio de economizar por las ventajas de la rapidez de transporte se impuso desde el primer momento.

Este pausado relevo de la navegación a vela fue porque los barcos de vapor tardaron decenas de años en ser competitivos. Necesitaban emplear mucho espacio para el almacenaje del combustible (carbón) lo que reducía su espacio de carga. A esto se sumaba el hecho de que con frecuencia era más barato transportar las mercancías en veleros, que eran movidos por la fuerza del viento, que no supone coste alguno.

Esta renovación de los medios de transporte tuvo repercusiones económicas de gran importancia:

El aumento de los productos industriales y agrícolas se pudo colocar fácilmente en los mercados nacionales e internacionales.

El aumento del rendimiento hizo que los precios del transporte terrestre y del transporte marítimo cayeran a lo largo del siglo XIX.






Fuentes Web
https://transportemercanciasblog.wordpress.com/2012/08/08/la-revolucion-industrial-y-los-medios-de-transporte/

http://historiaybiografias.com/transporte/

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