jueves, 1 de septiembre de 2016

La bicicleta a través del tiempo

Todos los inventos humanos son el resultado de intentar satisfacer una necesidad. Aunque, a veces, la falta de ingenio o la falta de tecnología, puede no permitirnos una determinada satisfacción. También se dan casos en los que los inventos aparecen como evolución de lo que inicialmente era un divertimento intelectual. La bicicleta no empezará a desarrollarse como tal hasta finales del siglo XVIII.

La bicicleta es el resultado de la evolución de un juguete, en concreto del Célérifère que venía a ser un chasis macizo de madera con forma de animal y con dos ruedas con el que sólo se podía ir en línea recta. Como indica su nombre este juguete nació en Francia y en concreto en París el 1791 en plena revolución francesa de la mano del conde Mede de Sivrac. La idea genial de Sivrac fue colocar las dos ruedas alineadas en lugar de una lado de otro como en el caso de las carretas. Este juguete de niños ricos y que los ingleses plagiaron creando su propio Dandy Horse, permaneció inalterado por 20 años antes de que alguien le colocase un artilugio para cambiar de dirección.

Celerífero inventado en la década de 1790

Existe la creencia de que Leonardo Da Vinci creó el primer boceto en papel de una bicicleta a finales del siglo XV, pero el investigador alemán Hans-Erhard Lessing demostró en 1997 que el diseño se introdujo en los documentos de Leonardo a partir de 1961. También a finales del siglo XVIII. 
Algunos le atribuyen el origen a  Sivrac por la invención del Célérifère, pero autores como Max Rauck, Gerd Volke y Felix Paturi han desmentido esta fecha atribuyéndola a antiguas rivalidades nacionalistas entre franceses y alemanes.

Prototipo hecho en función de los planos de Da Vinci

Será en 1817 el ingeniero alemán Karl Von Drais quien aplicando la ingeniería de la época aplicada a los vehículos le adaptará una dirección. Estas modificaciones darán origen a la llamada draisiana la cual, sin embargo, aun pareciéndose más a las bicicletas actuales se manejaba como un patinete, o sea, impulsada por el arrastre de los pies sobre el suelo.

El invento de Dreis se conoció como Drasiana
En 1839 el herrero escocés Kirkpatrick Macmillan añadió pedales con barras a un prototipo. Estas innovaciones permitieron al ciclista impulsar la máquina con los pies sin tocar el suelo. El mecanismo de impulsión consistía en pedales cortos fijados a la rueda trasera y conectados por barras a unos pedales situados delante del ciclista. Era impulsada por el empuje de los pies hacia abajo y hacia adelante. La utilizó para realizar viajes dentro de su Escocia natal, pero no llegó a patentar ni vender su invento, por lo que ante la falta de evidencias documentales de esas fechas siempre ha habido escepticismo alrededor de la fecha concreta de creación.

El velocípedo de Macmillan funcionaba con pedales con el mismo movimiento de los trenes.
Aún no existía correa de transmisión.
En 1845 el escocés Robert William Thomson sustituyó las ruedas hechas completamente de madera por unos neumáticos inchables que combinaban cuero y goma, y cuyos remaches le daban tracción al conjunto, aunque su invento cayó en desuso y solo se usó durante algunos años en carruajes.

Replica del neumático inchable de Thomson, perteneciente al Museo de Ciencias de Londres.
Los pedales (pédivelle como lo bautizaron los inventores) como mecanismos para impulsar una rueda son obra de Pierre Michaux y su hijo Ernesto en 1861 que crean un velocípedo con tracción delantera mediante unas bielas fijas en el eje de la rueda. De esta manera permitía alcanzar 5 km/h haciendo 30 vueltas de pedal por minuto, inalcanzable con la draisiana. Este nuevo vehículo fue bautizado como velocíped y dio comienzo a la industria de los velocípedos. Los cambios acaecidos durante los años siguientes fueron básicamente agrandar la rueda delantera ya que al ser una transmisión directa cuando más grande era la rueda más se avanzaba a cada pedaleada. A su vez, la rueda trasera era cada vez más pequeña para quitarle peso al velocípedo.

Velocípedo de Michaux, a falta de la transmisión ya tiene todos los elementos de una bicicleta actual.
Se aprecia un primitivo freno que mediante la tensión de un hilo detiene la rueda trasera por fricción.
En 1869, en Gran Bretaña se introdujeron los neumáticos de goma maciza montados en el acero.

En 1873 James Starley, un inventor inglés, produjo la primera máquina con casi todas las características de la famosa bicicleta de rueda alta. La rueda delantera de la máquina de Starley era tres veces más grande que la de atrás. Su uso se hizo muy popular durante la década de las 70 y los 80, tanto que en enero de 1887, el norteamericano Thomas Stevens realiza el primer viaje en bicicleta alrededor del mundo. Partió de San Francisco y regresó a la misma ciudad después de pedalear durante más de tres años.

Bicicleta de James Starley conocida popularmente como Penny Farthing en relación al tamaño de dos monedas: el penique (Penny) y el cuarto de penique (Farthing). El modelo de la imagen es posterior a 1888 y ya integra neumáticos de aire
Un penique y un quarto de penique
El invento que comportará el lanzamiento de la bicicleta como vehículo para desplazarse será la transmisión por cadena entre dos engranajes (el plato y el piñón). Esta nueva incorporación es obra del francés Guilmet y del británico Harry John Lawson aproximadamente en 1879, aunque no se producirá como modelo hasta 1884. En esta fecha también aparece la primera bicicleta con transmisión a cadena con las dos ruedas iguales obra de John Kemp Starley conocida como Rover Safety Bicycle. Sin duda, este modelo debe considerarse el precursor de la forma de la moderna bicicleta, y fue bautizada como “bicicleta segura”. La bicicleta de seguridad se extendió rápidamente por todo el mundo industrializado y su precio gracias a la fabricación en serie se fue abaratando cada vez más.

Safety Bicycle de 1885
El 31 de mayo de 1889 nació oficialmente el ciclismo de competición. Los hermanos Olivier , asociados de la fábrica de Michaux, organizaron una carrera en el parque de Saint Cloud de París con 1200 metros de recorrido en la que tomaron parte unos pocos ciclistas. A partir de entonces comenzó la fiebre del ciclismo. En el aspecto técnico se investigaba a marchas forzadas para encontrar nuevas soluciones. La velocidad se convirtió en una obsesión en detrimento del peso, el equilibrio o la seguridad. Los fabricantes tendieron a homogeneizar sus máquinas y las descomunales ruedas delanteras se redujeron a un diámetro de 80 centímetros. Estos inventos, junto con el uso de tubos de acero soldados y los asientos de muelles, llevaron a la bicicleta a la cumbre de su desarrollo.

A principios del siglo XX nacerían las primeras competiciones nacionales de gran nivel, como el Tour de Francia, o el Giro de Italia pero todos los avances surgidos desde el siglo XIX contribuyeron a crear la bici tal y como la conocemos hoy.
Bicicleta moderna

El siglo XX tan sólo conseguirá añadir algunas mejoras en la bicicleta. Una de ellas es el cambio de marchas que permite adecuar la velocidad y esfuerzo del ciclista a cada terreno. Lógicamente, la evolución de nuevos materiales cada vez más ligeros y resistentes también serán esenciales para diseñar bicicletas robustas como las “mountain bikes” o versátiles como las plegables.

Fuentes Web:
http://bicihome.com/la-historia-de-las-bicicleta/
http://www.terra.org/categorias/articulos/breve-historia-de-la-bicicleta

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